Virus fatal Alan Star

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Descripcion


El zumbido del teléfono hizo que Howard frunciese el entrecejo, sin que su atención dejase, por ello, de concentrarse en los planos y diseños que tenía ante él y que llevaba examinando y estudiando hacía dos horas, iRingggggg…! Se apoderó con un gesto brusco del aparato y, antes de que la voz de la secretaria sonase, exclamó: —¿No he dicho que no se me molestase bajo ningún motivo, señorita Cursell? —Perdone, señor, pero… —¿Pero qué? —Pero ese hombre insiste. ¡Lleva una hora y media esperando! El entrecejo de Howard se frunció más intensamente. —¿De qué hombre me está usted hablando?

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El zumbido del teléfono hizo que Howard frunciese el entrecejo, sin que su atención dejase, por ello, de concentrarse en los planos y diseños que tenía ante él y que llevaba examinando y estudiando hacía dos horas, iRingggggg…! Se apoderó con un gesto brusco del aparato y, antes de que la voz de la secretaria sonase, exclamó: —¿No he dicho que no se me molestase bajo ningún motivo, señorita Cursell? —Perdone, señor, pero… —¿Pero qué? —Pero ese hombre insiste
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