Pasos de compra
1.-Da clic en “agregar al carrito”.
2.-Llena tus datos de nombre y correo electrónico.
3.-Da clic en “comprar” (espera unos segundos, serás redirigido a la página de paypal)
4.-Dentro de Paypal puedes pagar rápidamente tan solo llenando tus datos y listo o puedes crearte una cuenta si lo prefieres.
5.-Disfruta de tu libro el cual llegará al instante a tu correo electrónico no olvides revisar también tu correo no deseado o spam
6.-Para cualquier duda o problema contáctanos mediante mensaje de whatsapp
+52 7443135035, email
libroendigital.com@gmail.com, o chat en línea, te atenderemos con gusto.
Descripcion
Las tías siempre dicen que los hombres pensamos el sexo el 99,99% del tiempo. Tienen razón. Al menos en mi caso, y el 0,01% restante estoy buscando donde coño está el condón. Ese fue el chiste que solté en el salón erótico de Barcelona, España. Mi nombre es Ricardo Noruega, y soy el actor porno hispano más conocido del mundo. Bueno… Conocido como «24 centímetros». Generalmente trabajo en Estados Unidos, pero haber nacido en España me obliga a volver de vez en cuando. El problema es que ahora, más que un actor, soy una estrella mediática. He salido en programas de televisión, la prensa rosa y la gente escucha lo que digo en las redes sociales. Sin embargo, seamos realistas, todo esto se debe a dos cosas: 1. Follo como un animal. 2. Tengo una buena polla. Y aún así, mi manager dice que es hora de que me case. He llegado a un punto en que los tríos, orgías y verme en compañía de crías de 18 años y empresarias de 45 -con el mismo fin- ya no revolucionan a las prensas. Se han acostumbrado a mis escándalos. Necesito hacer lo que hacen todos los demás; acordar un buen matrimonio de conveniencia para empujar mi carrera, preferiblemente con alguien con quien pueda disfrutar de unos polvos de puta madre. Y ahí entraba en juego Cristina, una de las presentadoras de televisión más famosas y transgresoras del país. Sólo teníamos que concertar una entrevista en directo, insinuarme frente a las cámaras y, a la mañana siguiente, tras una buena noche de gritos y arañazos, dejar que nos sacasen un puñado de fotos bien enfocadas. Lo que no esperaba es que Cristina se convirtiese en mi perdición. Sin quererlo, había descubierto a mi pareja perfecta. Y, sabiendo que yo no soy precisamente un santo, imagínate con quién me había prometido…
Opiniones 24 centímetros Eva Nieto